Las tecnológicas fijan su mirada en el desarrollo de nuevas tecnologías de salud
La mirada que los gigantes tecnológicos como Google, Amazon, Facebook o Apple dirigen hacia los temas relacionados con la salud tiene mucho que ver con las posibilidades de ampliar sus áreas de negocio. Como parece obvio, el sector sanitario no es ajeno a la digitalización, igual que no lo es el de la banca, el del entretenimiento o el del transporte en las ciudades.
Estas grandes empresas han hecho el análisis de que disponen de tecnologías que pueden ayudar mucho en los procesos sanitarios, y que si son capaces de situarse en él generarán nuevas oportunidades para acrecentar sus beneficios. Por ejemplo, si adaptan los algoritmos de análisis de imagen que emplean para perfeccionar las fotografías de los móviles, y consiguen casos de uso aplicados al diagnóstico clínico, estarán sacándoles más rentabilidad. Los últimos años son prolijos en ejemplos de este acercamiento de los llamados disruptores tecnológicos al campo de la salud, y no hay semana en la que no nos sorprendan con alguna originalidad.
El caso que ahora se ha conocido tiene que ver con la forma en la que una experiencia personal ha hecho que el gigante Google considere ampliar su trabajo en el área de la salud, y cómo las decisiones no siempre se originan en una hoja de cálculo con una proyección de beneficios.
Se trata de la directora financiera de Alphabet, la gran matriz de Google, llamada Ruth Porat, que hace poco ha sido explícita en relación con su batalla contra el cáncer de mama, y ha contado también cómo su experiencia personal la motivó a promover nuevas iniciativas médicas en su propia empresa. Ruth es una de las directivas más relevantes de una de las mayores compañías del mundo.
En el blog que escribe en la página de su empresa contaba recientemente:
“Fui diagnosticada de cáncer de mama dos veces, en 2001 y nuevamente en 2004. Gracias a la detección temprana y el acceso a una atención extraordinaria, que incluyó múltiples rondas de quimioterapia, radioterapia y cirugía, todavía estoy aquí y soy capaz de escribir esta pieza. De hecho, probablemente nunca he estado más saludable”.
A continuación añade lo importante que le parece acceder a un diagnóstico temprano, que permita abordar el tumor lo antes posible, y es justo ahí donde cree que la tecnología puede ofrecer una posibilidad mejor que la que ahora mismo existe.
Porat se ha incorporado a un pequeño pero creciente número de directivos de empresas tecnológicas que ha hablado públicamente sobre sus problemas de salud o los de sus familiares. Por ejemplo, el cofundador de Google, Sergey Brin, hace tiempo que explicó que tenía una herencia genética relacionada con la enfermedad de Parkinson, y que como proyecto vital quería comprometerse en la búsqueda de un tratamiento. El CEO de Microsoft, Satya Nadella, ha escrito hace poco sobre sus experiencias como padre de un hijo con discapacidad severa.
Alphabet viene trabajando en los últimos años en el campo de la salud, mediante proyectos de la propia Google y otros más específicos en la división Verily. Ha reclutado líderes clínicos provenientes de diversos hospitales norteamericanos, y abarca una cantidad relevante de materias, desde modelos más eficaces de reclutamiento de participantes en ensayos clínicos hasta la investigación más puntera en materia de inteligencia artificial aplicada a la biomedicina.