Las ecografías son seguras e inocuas tanto para la madre como para el bebé
Durante el embarazo, las ecografías se utilizan para visualizar el feto en el útero. Es una técnica de imágenes médicas que utiliza ultrasonidos, tras aplicar un gel y mediante una sonda que vamos trasladando superficialmente, pasan a través de la pared abdominal de la futura madre. Este examen, que es indoloro y sin riesgos para la madre ni el bebé, permite al ecografista comprobar el correcto desarrollo del niño. Se aconseja no aplicar crema o aceite para estrias en el abdomen el día del examen para no interferir con el ultrasonido.
A veces es necesario el uso de una sonda que introducimos en la vagina (endovaginal) para estar visualizar más cerca de las estructuras fetales y para medir la longitud del cuello uterino.
A pesar de las mejoras técnicas, no todo se puede ver con el ultrasonido, y una anormalidad puede pasar desapercibida por el examen o encontrarla cuando el embarazo está avanzado. Además, no todas las malformaciones están relacionadas con alteraciones de los cromosomas y, a la inversa, no todas las alteraciones de los cromosomas producen malformaciones.l
Se recomiendan tres ecografías de exploración (una por trimestre) para las mujeres embarazadas cuando el embarazo va bien. Se utilizan para detectar una gran parte de las anormalidades y también son momentos preciosos de encuentro con el bebé no nacido. Al final del examen, el ecografista informará a la pareja de sus hallazgos y les entregará un informe médico, con las imágenes correspondientes, para el ginecólogo-obstetra y/o la matrona que esté controlando el embarazo.
En el caso de un embarazo con alguna alteración, se realizan ecografías adicionales. Algunos ejemplos son los embarazos múltiples (gemelos o más), los embarazos con riesgo de anomalías morfológicas fetales identificadas por la historia obstétrica, cuando se observa una imagen anormal en el examen de detección o cuando dificultades técnicas impiden que se realice el examen de detección. También se puede realizar una ecografía focalizada para controlar el crecimiento del feto o la longitud del cuello uterino.
Ecografía de datación
La llamada ecografía de «datación» se realiza muy a menudo (después de 6 semanas de amenorrea).
Este examen verifica la ubicación del embarazo, el número de embriones y su correcto desarrollo. Mide la longitud del embrión desde la cabeza hasta la nalga y permite determinar la fecha de inicio del embarazo. Así permite una mejor planificación de la fecha de la ecografía del primer trimestre.
Ecografía del primer trimestre
¡Es la primera exploración en la que observamos el embrión o el feto de forma completa en la pantalla tras la formación de órganos! Debe tener lugar en las tres últimas semanas del primer trimestre (entre 11 y 14 semanas de amenorrea).
Durante este examen, el ecografista comprueba varios elementos:
- 1-El número de fetos
- 2-La medición de la cabeza en la nalga del bebé no nacido hasta la fecha del embarazo con una precisión de +/- 5 días en el 95% de los casos
- 3-Movimiento fetal y actividad cardíaca.
- 4-La morfología temprana del feto y la medición de la translucencia nucal. El ecografista se asegura de que el niño esté bien formado en esta etapa. La medición de la translucencia nucal (medición del grosor de su cuello) ayuda a evaluar el riesgo de anomalías cromosómicas (trisomía 21) y el riesgo de malformaciones cardíacas.
Después de la ecografía del primer trimestre, se propone un examen de trisomía 21 que combina la medición de la translucencia nucal, la edad de la futura madre y un análisis de sangre.
La ecografía del segundo trimestre
Un poco más largo que el primer ultrasonido, el llamado ultrasonido «morfológico» analiza con mucha precisión todo el feto. Esta segunda ecografía es a menudo esperada con ansiedad por los futuros padres que desean saber el sexo del bebé si no ha podido ser visto en la ecografía del primer trimestre.
Se realiza entre la semana 21 y 24 de amenorrea.
Inicialmente, el ecografista busca una posible anomalía examinando cada órgano (cerebro, corazón, riñones, estómago, vejiga, cara, manos, pies…).
Luego observará los movimientos del feto como tragar, respirar, doblar las piernas o los movimientos de los dedos.
También evaluará el crecimiento del feto tomando medidas biométricas.
Finalmente, examinará la posición de la placenta, evaluará la cantidad de líquido amniótico así como los intercambios de sangre entre la madre y el bebé gracias al análisis de los flujos Doppler en las arterias uterinas y umbilicales.
Ecografías durante el embarazo en el tercer trimestre
El tercer ultrasonido se realiza entre la semana 31 y 34 de amenorrea. En esta etapa, el bebé ya mide unos 40 centímetros de altura y pesa entre 1,5 y 2 kg. Ya no es posible ver al bebé entero en la pantalla.
Este ultrasonido nos permite mirar de nuevo los diferentes órganos del feto, especialmente el cerebro que madura a lo largo del embarazo.
Estudia la vitalidad, la abundancia de líquido amniótico y el crecimiento del futuro niño midiendo la cabeza, los fémures y el abdomen. Estas medidas dan una estimación del peso del bebé en +/- 15%.
La ecografía del tercer trimestre también permite observar la posición del bebé y la placenta en preparación para el futuro nacimiento.
Ultrasonido 3D/4D
El uso de la tecnología 3D no es una necesidad durante una ecografía de exploración, pero hace que este momento de examen médico sea más próximo para los padres y una oportunidad más para crear un vínculo con este futuro bebé.
Consiste en una reconstrucción tridimensional del órgano examinado. La integración del tiempo como la 4ª dimensión (4D) permite visualizar al feto en movimiento. Tienes información sobre el este y otros asuntos relacionados con el embarazo en esta Guía deditada por el Gobierno de Cantabria
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